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martes, 8 de junio de 2010

tecnologia en numeros verdes

Hoy en día es común que las empresas se muestren preocupadas por el medio ambiente frente a sus consumidores para crear empatía, pero el compromiso va mucho más allá. La lista de empresas de TI “verdes” que trimestralmente lanza Greenpeace demuestra que la responsabilidad debe ser cotidiana para que redunde en beneficios reales y cuantificables, tanto para las compañías como para el planeta

Greenpeace –desde agosto de 2006– hace un ranking de empresas de TI dependiendo de qué tan verdes sean, es decir, qué tanto empeño le imprimen a sus políticas corporativas para ser cada vez más amigables con el medio ambiente. La lista se publica cada tres meses y, a criterio de la organización, todavía ninguna de las empresas, dedicadas a la fabricación de teléfonos móviles, televisores, computadoras personales y juegos de video, ha llegado a ser realmente “verde”.

Los ecologistas esperan que las empresas cumplan tres demandas principales:
- 1. La limpieza de los productos a través de la eliminación de sustancias peligrosas
- 2. La recuperación y reciclaje responsable de los productos, una vez obsoletos
- 3. La adecuación a políticas y prácticas, para no afectar el clima y ahorrar energía

Cuando se ajustaron los criterios en cuanto al manejo de basura electrónica, sustancias químicas tóxicas y el cambio climático en la octava edición, las empresas presentaron una caída vertiginosa en el ranking, y desde entonces se han ido recuperando poco a poco, acercándose cada vez más al tope de la lista. Entre los elementos más resaltantes de esta decimosegunda edición se puede mencionar que la ganadora fue Nokia con 7.4 puntos en el conteo debido a su programa de reciclaje, mientras que Nintendo quedó en la última posición, con 1 punto, por haber incrementado la emisión de gases que colaboran con el efecto invernadero. Asimismo, HP, Dell y Lenovo también fueron penalizadas por haber pospuesto por dos años el compromiso de eliminar sustancias tóxicas, como el PCV, de sus productos.

Ejemplo a seguir
El líder del conteo de Greenpeace, Nokia, llega a esa posición debido a su plan de reciclaje de equipos telefónicos –entre los que se cuentan los celulares, baterías y otros accesorios–, con presencia en 84 países y casi 5 mil puntos de recolección. Además, desde 2005 la empresa finlandesa ha desarrollado modelos libres de PCV y aspira que para 2010 ninguno de sus teléfonos tenga sustancias tóxicas. De igual forma, 25 por ciento de sus necesidades energéticas provienen de fuentes renovables y la empresa espera aumentar esa cifra a 50 por ciento para 2010.

Nokia considera que perdió puntos porque el índice de reciclaje aún es muy bajo: de entre 3 y 5 por ciento. La empresa usa materiales reciclados para los empaques y manuales de los equipos, pero Greenpeace los anima a que esta iniciativa también se vea en los teléfonos. Esto está cobrando forma en modelos como el 3110 Evolve, que usa 50 por ciento de materiales reciclados, su empaque es 40 por ciento reciclado y el cargador usa 94 por ciento menos energía que la recomendada por Energy Star, una organización que se enfoca en reducir el consumo eléctrico en dispositivos inactivos.

Jorge Orozco, gerente de asuntos ambientales para Latinoamérica y Brasil de Nokia, explica que la idea es crear conciencia entre empleados y consumidores. Los teléfonos de la empresa le avisan al usuario cuando la batería se carga completamente para que desconecten el cargador. De igual forma, los empleados en fábricas como la de Manaos, en Brasil, se ciñen a medidas corporativas de ahorro de energía y reciclaje de papel, los cuales son hábitos que Nokia espera que ellos adopten como propios y lleven a sus casas.

En pro del ambiente
Intel, que no figura en el ranking, busca la reducción del consumo de energía mediante las tecnologías de fabricación de chips más pequeños y la virtualización.

En primer lugar, la tecnología de fabricación de 45 nanómetros le permitió a Intel alcanzar antes de lo previsto su meta de reducir 10 veces el consumo de energía de sus procesadores. Al reducir el tamaño del procesador aumenta la velocidad y disminuye la disipación del calor, por lo que esta tecnología redujo en 30 por ciento el consumo de energía con respecto a la de 65 nanómetros.

Por su parte, la virtualización le permite a las empresas usar menos computadoras. Esto implica reducción de costos por la reducción del consumo de energía, ahorro en espacio físico y mantenimiento de las computadoras, además de un menor costo en el sistema de enfriamiento. De esta forma, Intel apuesta a la reducción sustancial, en tamaño y costos, de las oficinas y los centros de datos.

El cambio empieza adentro
Si bien Microsoft no tuvo un buen desempeño en la “lista verde”, ocupando el decimoquinto puesto debido a su política poco clara de eliminación de sustancias tóxicas y de manejo de basura electrónica, sí se ha sumado a la estrategia de concientizar a los empleados para reducir costos a la vez que se ayuda al medio ambiente.

Entre sus iniciativas más destacadas, se encuentra la disponibilidad de puestos privilegiados en el estacionamiento para los empleados que compartan el viaje al trabajo. Además, la empresa está reduciendo los viajes aéreos al cambiarlos por conferencias virtuales, y está implementando días de trabajo desde casa para evitar la movilización a la oficina.

Edwin Marchan, gerente de producto de Windows para la región, asegura que estas pequeñas medidas recorren un largo camino hacia un mundo más sano. Otros detalles sencillos de la campaña incluyen carteles al lado de los interruptores que recuerdan al personal apagar las luces al salir de un sitio y la sustitución de botellones de agua por surtidores en las áreas comunes. Igualmente, la empresa les dio a los empleados tazas personalizadas, para así evitar desechos plásticos innecesarios.

Conciencia real y local
Greenpeace considera que el ranking influye en la cultura corporativa de las empresas de electrónica y que tiene crédito en los subsecuentes cambios que las compañías han hecho, particularmente al tratarse de la eliminación de sustancias tóxicas de los productos.

Sin embargo, las empresas de TI deben comprender que el compromiso tiene que ser serio para lograr compaginar rentabilidad del negocio con un medio ambiente más sano. A ello se refiere Úrsula Burns, presidenta de Xerox, quien expone que con el petróleo a precios cada vez más bajos y una economía en dificultades, pronto se podrá ver cuáles son las compañías realmente comprometidas. Burns explica que la responsabilidad social, las soluciones ecológicas y las estrategias sustentables son un negocio inteligente, señalando que “cuanto más verdes seamos, tanto más podremos reducir costos y estimular la eficiencia”.

Aunque muchos de los lineamientos “verdes” de las empresas provienen de líneas internacionales, muchas están aplicando parte de estas en el país. Aunque el precio de la energía eléctrica aún puede considerarse muy económico en Venezuela, otras variantes como el costo del espacio físico, la necesidad de equipos de enfriamiento y la cantidad de personal necesaria para atender los equipos influyen de manera directa en los costos y por ende están siendo optimizados, con un beneficio implícito para el ambiente.